jueves, 2 de septiembre de 2010

¿3D sí o 3D no?

La respuesta obvia debería ser: 3D sí. 
Simplemente por una razón: la introducción del 3D en el cine, videojuegos y demás se puede comparar al cambio del blanco y negro al color y el de sonido estéreo al sonido Surround.

Las productoras de cine y los directores lo tienen claro: una película gana 3 veces más en una sala 3D que en una sala 2D. Por no nombrar que la experiencia es mucho más envolvente y potenciador (sobre todo con el erotismo y el miedo)

Sin embargo esta respuesta no es ni mucho menos tan obvia por diversos motivos.

Para empezar, no todo el mundo puede ver 3D. Porque...

¿Qué es el 3D?

El 3D es una sensación y simplemente eso. Esta sensación, como todo en el sistema visual se establece en los primeros años de vida, siendo crítica esta formación en los primeros meses.


¿Cómo se produce esta sensación?

Nosotros tendremos la sensación de profundidad cuando a cada uno de nuestros ojos  lleguen dos imágenes ligerísimamente diferentes. Se puede ver muy claro en las siguiente imagen:



Además de esto el cerebro utiliza muchas más cosas para potenciar esta sensación como, por ejemplo, la llamada diplopia fisiológica. Esto es muy fácil de entender. Poneos un dedo cerca de la cara y fijaros en él. Observad que, mientras que estamos fijándonos en el dedo la imagen del fondo es doble. Si ahora nos fiajamos en esa imagen del fondo el dedo es el que ahora aparece doble.

Por todo esto, junto a que conocemos el tamaño de los objetos, que si uno está delante de otro se solapan, la borrosidad y muchas más experiencias prácticamente inconscientes somos capaces de tener esa sensación de 3D.

Esta capacidad nos la ha dado la evolución, colocándonos los ojos frente a la cara, como depredadores que somos (que fuimos mejor dicho). Los animales que tienen los ojos a los lados del cráneo (puestos ahí para tener mucho mayor campo visual) no tienen esta sensación.

¿Cómo se nos presentan las imágenes 3D en el cine y la televisión?


Para explicar esto volvemos al caso del dedo. Si nos queremos fijar en nuestro dedo (que está más cerca que el fondo de nuestra escena) tenemos que torcer los dos ojos para apuntar hacia él con el fin de que las imágenes del dedo (una para cada ojo) proyecten en zonas correspondientes de cada uno de los ojos (converger) y también tenemos que enfocar la luz que llega desde más cerca que el fondo (acomodar). Estas dos cosas van íntimamente unidas en el cerebro. Si convergemos automáticamente acomodamos. Pero, ¿y en el cine? Estos son básicamente los 3 casos que se nos pueden presentar:


  • Miramos un objeto que parece estar en el plano de la pantalla: Los dos ojos apuntan a la pantalla y la acomodación está en la pantalla (para ver la pantalla nítida)
  • Miramos un objeto que parece estar detrás de la pantalla: Los dos ojos tienen que divergir (abrirse) mientras que la acomodación tiene que quedarse quieta. Esto es fácil en el cine porque las pantallas están lejos y no utilizamos acomodación (al no ser que seamos hipermétropes o estemos más corregidos en miopía de la cuenta)
  • Miramos un objeto que parece estar delante de la pantalla: Los dos ojos tienen que converger (como lo hacen cuando mirábamos al dedo) pero sin embargo no podemos acomodar porque recordemos que la imagen siempre está en la pantalla de cine.
En la siguiente imagen se ve claramente por qué nos parece estar el objeto por delante de la pantalla.

Figura 1

Las técnicas para proyectar una imagen para cada ojo son diversas y están bien documentadas en la web así que sólo diré que básicamente hay dos grupos:
  • Gafas pasivas: utilizando polarización circular (RealD y Master Image) o por selección de longitud de onda (Dolby 3D)
  • Gafas activas: sobre todo XpanD
Utilicemos el método que utilicemos el truco está en que el cerebro creerá que la imagen está donde los dos ojos se cortan. Como se ve en la figura 1, si en la pantalla proyectamos la imagen del ojo derecho a la izquierda y la del ojo izquierdo a la derecha a la misma distancia que están separados nuestros ojos (suelen ser unos 6 cm) nosotros creemos que el objeto está flotando y en esta situación concreta (la misma separación que nuestros ojos pero cruzadas) creeremos que está a mitad de camino entre nosotros y la pantalla. Esto es, si estuviésemos este caso en un televisor 3D que está a 3 metros de nosotros el objeto nos parecerá que está a 1,5 metros de nosotros mientras que en un cine, donde podemos sentarnos a 20 metros de la pantalla el objeto parecerá estar a 10 metros fuera de la pantalla.

Si ponemos los objetos a la misma distancia de separación en la pantalla pero descruzados (imagen para ojo derecho a la derecha e imagen del ojo izquierdo a la izquierda) ¿que sensación nos daría? Pues los ojos se tienen que poner paralelos para cada uno ver la imagen correspondiente y, ¿donde se cortan dos rectas paralelas? En el infinito, luego nos parecerá que el objeto está detrás de la pantalla y esta nos parecerá más una ventana que un plano donde se proyectan las cosas.

Por último si en la pantalla aparecen proyectadas la imagen izquierda y derecha una encima de otra nos parece que el objeto está en el plano de la pantalla.

Pues básicamente ya lo sabemos todos. Tenemos que jugar con la separación entre la dos imágenes. Entre 0 y 4 veces (para que no sea incómodo) la separación de nuestros ojos de forma cruzada generamos objetos a todas las distancias cómodas fuera de la pantalla, 0 para el plano de la pantalla y hasta 2 veces la distancia entre nuestros ojos de forma "descruzada" para los objetos que queramos que aparezcan dentro de la pantalla

¿Por qué puede fallar esta percepción?

Para empezar, que quede claro que nosotros no vemos con los ojos, vemos con el cerebro. Los ojos son los instrumentos ópticos necesarios para proyectar las imágenes del mundo exterior en la retina pero es en la corteza visual primaria donde se produce la sensación de ver. Está demostrado que si alguna parte de la corteza visual sufre un daño a nosotros nos aparecerá como un punto vacío en nuestro campo visual (ni siquiera negro).

Como ya hemos dicho antes los primeros años y sobre todo los primeros meses de vida son cruciales para la formación de la corteza visual y por lo tanto para el desarrollo de la visión en profundidad.

Si por algún problema en los primeros años de vida a un ojo llega poca luz (por una catarata por ejemplo) está demostrado que, aunque operemos ese ojo nunca verá igual de bien que si no se le hubiese privado de luz. Esto pasa porque el cerebro necesita luz para formar las conexiones hasta la corteza visual.

Para la visión en 3D son necesarios los dos ojos y con agudezas visuales buenas (y similares) además de imágenes coherentes (que no le llegue a un ojo una imagen de un gato y al otro ojo una de un perro...).

Aquí empezamos a ver los problema de la falta de sensibilidad al 3D. Si los dos ojos no reciben buena luz desde los primeros días de vida es posible que se forme un ojo vago y que éste se desvíe. Por lo tanto, esta persona, al utilizar un sólo ojo (o dos ojos pero siempre alternativamente como el director de cine Fernando Trueba) no podrán tener esta sensación.

Pero, ¿qué  pasa en el cine con algo que parece que está fuera de la pantalla? Que tenemos que converger pero que... ¡si acomodásemos veríamos la pantalla borrosa porque siempre está a la misma distancia! Aquí viene el por qué de los típicos mareos y dolores de cabeza.
El principal problema, como ya habréis intuido es que el 3D de los cines es puramente artificial, no se da en la naturaleza. Si nosotros quisiéramos ver algo que parece que está más cerca convergemos y acomodamos. ¿Entonces cómo vemos 3D en el cine? Pues utilizando las llamadas "Reservas Fusionales". Así se llama a la capacidad que tiene cada uno de "separar" la acomodación y la convergencia que tan íntimamente relacionadas están.

Estas reservas fusionales son más grandes o más pequeñas dependiendo de cada persona pero, al igual que todo tiene unos valores "norma".

Esto es lo que produce dolores de cabeza y algunas veces mareos al ver 3D. Pero tiene que quedar claro que, si no tenéis ninguna de estas disfunciones (reservas fusionales bajas, estrabismo, ojo vago, una relación acomodación/convergencia desproporcionada) en el momento que veamos dos o tres películas en 3D estas incomodidades desaparecerán para no volver nunca. Podemos compararlo con las agujetas que tendríamos si empezásemos a hacer pesas por primera vez.

Ésta última semana he visto en algún telediario que el 3D es malo para los niños: Mentira.
Sería malo (y también inútil) para un niño con alguno de estos problemas que, por cierto en cualquier óptica saben detectar y diagnosticar.

Es más, cuando uno observa 3D está "entrenando" sus reservas fusionales ampliando sus valores cosa que será útil para el futuro visionado de contenido en 3D.

Fijaos si no es malo para un niño que se utiliza en terapia visual para aumentar las reservas visuales cuando se tienen bajas o afectan de alguna manera).

¿Cómo podemos estar seguros si vemos bien el 3D?

Pues es relativamente sencillo. Los ópticos tienen muchas maneras de medir reservas fusionales, saber si se tiene un estrabismo, uno ojo vago... pero todavía es más fácil: tienen herramientas para medir la agudeza visual estereoscópica, esto es, la capacidad que tenemos de discrimirar profundidad. A mayor agudeza visual estereoscópica somos capaces de distinguir distancias entre objetos más cercanos entre ellos.
Este test nos da un número por el cuál sabemos si veremos un buen 3D.
Os incluyo una foto de el más conocido aunque ya los hay mejores: el test de la mosca


Para quien quiera saber esta agudeza visual cualquier óptica que se precie debería hacerle esta prueba aunque si hubiera un problema como y no se produjese fusión de las dos imágenes en el cerebro otros test mucho menos finos y más simples se fallarían por el paciente.

El futuro próximo del 3D

Ni que decir tiene que el 3D en un par de años estará por todos lados en nuestras vidas: televisores domésticos, vayas publicitarias, móviles, cámaras de fotos y video...
También es verdad que todas las que he nombrado excepto el cine (que tardará más) estarán disponibles sin gafas especiales para disfrutar de él.

Como ejemplo ya tenemos esta cámara de fotos de Fujifilm capaz de realizar fotografía 3D y vídeo en HD 720p instantáneamente además de mostrarnos el resultado al momento en su pantalla autoestereoscópica panorámica (sin necesidad de gafas) de 3,5".




Esta cámara además nos permite hacer fotografía 2D utilizando los dos objetivos de manera independiente. Por ejemplo podemos hacer a la vez un primer plano y una gran angular debido a que funciona con dos chips de 10 megapíxeles cada uno.

Hace no mucho Panasonic también hizo pública su intención de sacar una cámara de vídeo doméstica 3D y ayer mismo Sony presentó en la conferencia de la IFA, en Berlín un proyector 3D Full HD doméstico a 240Hz y conversión automática de 2D a 3D (como algunos televisores) de manera que podemos ver Blade Runner o hasta Casablanca en 3D. Estará disponible en Noviembre de este mismo año.




En el ordenador ni que decir tiene. Fue la primera plataforma donde se distribuyó esta tecnología, sobre todo lanzada por el Kit 3D Vision de Nvidia

En cuanto a la tecnología móvil es cuestión de tiempo que se implanten pantallas autoestereoscópicas al igual que en la compacta de Fujifilm.

En el mundo del videojuego PS3 ya dispone en su catálogo de juegos 3D jugables en los recientes televisores 3D y en el mundo de las portátiles Nintendo viene fuerte en los próximos meses con Nintendo 3DS en la cuál podremos disfrutar de juegos 3D sin gafas en una pantalla de 3,5" además de seguimiento de ojos con lo cuál se potenciará mucho más el 3D. Además han anunciado acuerdos con productoras de cine para sacar películas en formato apto para la 3DS.

En cuanto a los televisores sin gafas tendremos que esperar un poquito más (unos 5 años aproximadamente) además de porque la industria esperará a que muchísima gente tenga en su casa un televisor 3D con gafas para sacar el 3D sin gafas... porque nos costaría un ojo de la cara. Porque, ¿cómo se consigue eso? Pues aumentando el número de píxeles en horizontal. Si queremos que sólo una persona pueda ver 3D sin gafas a la vez en un televisor y el televisor queremos que sea Full HD (1920 líneas en horizontal) tenemos que hacer un televisor con 1920 líneas para cada ojo, esto es 3840 píxeles. Y esto es para sólo una persona pero si alguno de vosotros se gasta lo que valga una tele de estas seguro que le gustaría además poder verla en 3D con más personas y no por turnos ¿a que sí? Pues este es el "problema" actual de los televisores y que en unos años estará resuelto.

El cine es más delicado: 800 ojos viendo lo mismo a distintas alturas... Yo apostaría por cine con gafas hasta que se desarrolle el cine holográfico (este tema daría para otra entrada :D) pero quién sabe, igual en el futuro tengo la oportunidad de intentar desarrollar un sistema apto y no tengamos que esperar a la holografía...

En fin, espero que haya sido de vuestro interés.

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